El joven, quien sufrió un cuadro de deshidratación tras participar en entrenamientos en la escuela de Policía, es enviado a un centro de alta complejidad. «Él nos contó que cuando lo llevaron al campo de entrenamiento hacía mucho calor. Al volver a casa cansado, lo único que quería era tomar agua, pero no lo dejaban», denunció su tía, Valeria Moreno.
Valeria Moreno, familiar cercano de Alejandro, compartió que el traslado fue autorizado después de una evaluación médica exhaustiva que determinó que el joven estaba en condiciones de viajar. La preocupación y el deseo de proporcionarle la mejor atención posible llevaron a la decisión de llevar a Alejandro junto a su padre en este viaje crucial hacia un centro médico de mayor complejidad.
Alejandro Sánchez, de tan solo 22 años, se encontraba realizando entrenamientos en la escuela de Policía cuando sufrió el severo episodio de deshidratación. Su familia relató los momentos previos a esta situación alarmante, mencionando que Alejandro estaba entusiasmado por unirse a las filas de la Policía, después de haber pasado todos los exámenes médicos necesarios y haber sido considerado apto para el servicio.
