Miles de transportistas y comerciantes en Perú protagonizaron una marcha masiva en Lima para exigir medidas urgentes contra la violencia del crimen organizado. En un contexto de creciente inseguridad, el gremio de transporte público suspendió sus actividades en la tercera protesta desde septiembre.
La manifestación, bautizada Paro Nacional contra la Inseguridad, congregó a decenas de vehículos que detuvieron su circulación. Durante la protesta, los manifestantes se dirigieron hasta el Congreso y la Presidencia, reclamando mayor protección y acciones contundentes contra los extorsionadores. En Lima, solo en lo que va del año, se registraron 14 ataques a transportes y tres choferes fueron asesinados. Según la Asociación Nacional de Integración de Transportistas, las bandas criminales exigen a las empresas pagos de hasta 13.500 dólares mensuales y, si se niegan, atacan los vehículos a tiros, incluso con pasajeros a bordo.
La situación es crítica: entre enero y septiembre, la policía recibió más de 14.200 denuncias de extorsión en el país, lo que refleja la urgente necesidad de intervención estatal para garantizar la seguridad.
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