Las intensas lluvias y el desborde del río Pilcomayo provocaron una crisis en el norte de Salta, dejando más de 500 evacuados y comunidades aisladas. La crecida alcanzó un pico de 7,14 metros, cortó la ruta 54 y generó cortes de energía en varias localidades.
Las zonas más afectadas son Santa Victoria Este, Misión La Paz y Monte Carmelo, donde las aguas inundaron viviendas y dejaron a cientos de familias sin acceso a servicios básicos. Ante la imposibilidad de transitar por caminos anegados, las autoridades emplearon lanchas y gomones para distribuir ayuda humanitaria.
“El trabajo es minuto a minuto, no solo contra el río, sino también contra el clima”, expresó Mario Mimessi, ministro de Desarrollo Social de Salta, en referencia a la rápida evolución de la emergencia. Aunque el nivel del río descendió a 6,51 metros, la persistencia de lluvias mantiene la amenaza de nuevas crecidas.
El Gobierno provincial y fuerzas de seguridad continúan con las tareas de asistencia, mientras los pobladores esperan una mejora en las condiciones climáticas para evitar más daños.
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