● Rusia ha emergido como el principal proveedor de gas a la Unión Europea, superando a Estados Unidos en suministro, según recientes informes de mercado.

● Este cambio refuerza la influencia de Rusia en el sector energético europeo, en un momento crítico de tensiones geopolíticas y crisis energética global.

● La dependencia de Europa del gas ruso aumenta, lo que podría tener profundas implicaciones para las políticas energéticas y diplomáticas en la región.

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