● Renault redujo unos 300 puestos en su planta de Santa Isabel, Córdoba, y volvió a encender las alarmas sobre la crisis del trabajo industrial. La empresa habló de “acuerdos voluntarios”, pero los trabajadores aseguran que se trata de despidos encubiertos.

● Todo comenzó hace una semana, cuando empleados empezaron a recibir llamados para “arreglar su salida”. Según contaron, la firma ofrecía firmar un retiro con beneficios económicos o quedar despedidos. El recorte llega tras el fin de la producción de los modelos Nissan Frontier y Renault Alaskan.

● “Con uno de nosotros pagan hasta tres contratados”, dijo un operario que trabajaba hace más de diez años en la planta. La empresa sostiene que busca “reordenar la producción” y enfocarse desde 2026 en un utilitario pequeño, pero los trabajadores afirman que se usa eso como excusa para reemplazar personal de planta por contratados.

● Pidieron frenar los despidos y advierten que evalúan medidas judiciales. Mientras tanto, 300 familias esperan respuestas y una explicación más clara sobre el futuro de la fábrica y de sus puestos de trabajo.

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