Jubilados fueron reprimidos frente al Congreso mientras protestaban por la anulación del aumento y el gasto en un asado celebrado por el presidente y diputados en Olivos. La indignación crece por la falta de apoyo económico.
Un grupo de jubilados se concentró frente al Congreso Nacional para manifestar su descontento por la anulación del aumento prometido y en rechazo al reciente festejo en la Quinta de Olivos, donde el presidente y diputados habrían gastado 20.000 pesos por persona en un asado.
Durante la manifestación, efectivos de la Policía Federal actuaron con represión, dispersando a los manifestantes que reclamaban por la difícil situación económica que atraviesan. Los jubilados expresaron su frustración ante lo que consideran un abandono por parte del Estado, que mientras tanto celebra con costosas comidas.
“Nos negaron un aumento de 18.000 pesos, el equivalente a tres kilos de carne por mes, mientras ellos festejan en Olivos. Es una vergüenza”, denunció uno de los manifestantes. La represión solo agravó la indignación de quienes ya se sienten vulnerables y desprotegidos por las políticas actuales.
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