Olga Sassone, referente de la Fundación Garrahan, expresó su preocupación por el mal uso de los contenedores solidarios en Chilecito. Señaló que, en su recorrida diaria, constató que muchas personas arrojan residuos en los «corazones» destinados a recolectar tapitas y latas para ayudar a niños en tratamiento médico.
«Esto no es una obligación, es una colaboración voluntaria, pero lo que sí exigimos es respeto. Si no van a sumar, al menos no dañen el propósito», afirmó. Sassone recordó que los fondos obtenidos con este reciclaje sostienen la atención de cientos de niños en el Hospital Garrahan y que el trabajo solidario se replica en todo el país.
Los puntos de recolección se encuentran en la puerta del cuartel de bomberos, en la plaza frente a tribunales y en la sede de la Liga Chileciteña, donde hay dos contenedores: uno para tapitas y otro para latas. «No son basureros, son contenedores de amor para los chicos», concluyó.
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