El presidente brindó un discurso en el que apuntó contra los gobernadores ausentes a los que acusó de no querer “ceder privilegios” y lanzó: “Se terminó el chamanismo económico”. Ademas, dijo estar dispuesto “a devolver a las provincias lo que es suyo” y pidió apoyo para “explotar los recursos naturales que Dios nos ha dado” y no escuchar “las demandas de minorías ruidosas”, en referencia a las organizaciones ambientalistas.