El gobierno privatizó parcialmente Nucleoeléctrica Argentina: vendió el 44 % de sus acciones a privados, reservó hasta el 5 % para trabajadores y dejó el 51 % al Estado. Lo justificaron como paso clave del Plan Nuclear que dirige Demian Reidel.
El vocero presidencial Manuel Adorni anunció que se firmó el decreto que inició la privatización parcial de Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA). La firma, propietaria de las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse, fue incluida en la ley Bases como empresa sujeta a privatización.
El proceso implicó la venta de un bloque del 44 % de las acciones mediante licitación pública nacional e internacional, mientras que el 51 % quedó bajo control estatal. Además, se creó un programa para que hasta el 5 % del capital sea de propiedad participada por trabajadores.
Según el gobierno, esta medida perseguía objetivos como impulsar la inversión privada en el sector, extender la vida útil de las centrales, promover la minería de uranio y construir el primer reactor modular argentino.
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