En un clima de creciente tensión social, jubilados se manifestaron frente al Congreso Nacional tras la anulación del aumento de 20.000 pesos que había sido otorgado por el Congreso. La medida, vetada por el presidente Javier Milei, provocó indignación entre los jubilados que se sienten cada vez más abandonados por el Estado.
“Nosotros somos trabajadores, toda la vida hemos trabajado, y ahora este ladrón dice que el país se va a fundir por darnos un miserable aumento. ¿Quién puede vivir con 10.000 pesos por día?”, expresó Víctor, uno de los manifestantes de 80 años. La frustración era palpable mientras relataba cómo, después de aportar el 20% de su sueldo durante 40 años, siente que el Estado les da la espalda.
La protesta pacífica rápidamente se tornó violenta cuando la Policía Federal reprimió con gas pimienta. “Esto es un gerontocidio”, gritaban entre lágrimas algunos de los jubilados, quienes aseguraron que el aumento de 16.000 pesos que se les ofrece “no cambia nada”.
“Quiero morir de pie, no de rodillas”, concluyó Víctor, mostrando la resiliencia de quienes han trabajado toda su vida y ahora se ven obligados a luchar por una jubilación digna.
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