● Les prometieron empleo digno, pero terminaron esclavizados en un frigorífico, donde convivieron con cerdos y comían alimentos vencidos. Trabajaban 18 horas al día en condiciones inhumanas.

● El, Subsecretario de Derechos Humanos de Corrientes, relató: “Vivieron un infierno. Compartían una habitación con 20 personas de distintas nacionalidades”. Luego de cuatro meses, escaparon junto a otros seis aprovechando un descuido del sereno.

● Tras su huida nocturna, buscaron refugio en el consulado argentino y con la ayuda de una fundación lograron regresar a Corrientes. Actualmente, reciben apoyo psicológico y emocional.

● Por el momento, no se conoce si las autoridades polacas tomaron medidas contra los responsables. La comunidad internacional alerta sobre la urgencia de atender casos similares para prevenir futuros abusos.

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