El huracán Raymond golpeó con fuerza el litoral del Pacífico mexicano y dejó al menos 65 muertos, más de 60 desaparecidos y miles de familias evacuadas. Veracruz y Hidalgo fueron las zonas más afectadas por las lluvias torrenciales que arrasaron viviendas y colapsaron caminos.
México vivió una de las semanas más devastadoras de los últimos años tras el paso del huracán Raymond, que provocó inundaciones catastróficas en varias regiones del país. El fenómeno meteorológico, acompañado por intensa actividad ciclónica, dejó más de 65 víctimas fatales y al menos 63 personas desaparecidas.
Las lluvias superaron los 300 milímetros en menos de dos días, con calles convertidas en ríos y barrios enteros bajo el agua. En los estados de Veracruz e Hidalgo, las tormentas destruyeron puentes, arrasaron con viviendas y dejaron incomunicadas a numerosas comunidades rurales. Miles de personas fueron evacuadas por las autoridades ante el colapso de las estructuras y los deslizamientos de tierra.
Con el descenso de las aguas, comenzó la etapa de reconstrucción en medio de un panorama desolador. El gobierno mexicano anunció un plan de emergencia para asistir a los damnificados y recuperar los servicios básicos en las zonas afectadas.
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