● En la Justicia argentina falta casi uno de cada tres jueces y fiscales. Hoy hay 330 cargos vacíos y, si continúan las jubilaciones y renuncias, a fines de 2025 podrían ser todavía más. Esto significa que miles de causas quedan frenadas y miles de personas esperan durante años una respuesta que nunca llega.

● El deterioro se profundizó desde que Javier Milei asumió la presidencia. Los cargos sin cubrir pasaron de 30 a casi 33 de cada 100. Mientras tanto, el Gobierno nacional retiene más de 200 pliegos de jueces ya seleccionados por concurso y no los envía al Senado para su aprobación.

● La Corte Suprema y el Consejo de la Magistratura advirtieron que cada día sin designaciones agrava el atraso. “La falta de jueces titulares obliga a tapar huecos con reemplazos temporales”, explicaron desde el Consejo. Así, miles de causas quedan a la deriva y quienes esperan justicia viven en incertidumbre permanente.

● El Ejecutivo promete mover los pliegos recién después de las elecciones. Hasta entonces, una madre que reclama alimentos, un trabajador que espera un fallo laboral o una familia que busca resolver una herencia seguirán atrapados en la demora. El derecho existe, pero el acceso se vuelve un privilegio para pocos.

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