El grupo vivió días de tensión, con ataques constantes y refugios subterráneos. Agradecieron el rol de la Embajada argentina y la AMIA por facilitar el regreso al país.
Este viernes por la madrugada aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza el primer vuelo con ciudadanos argentinos que habían quedado varados en Medio Oriente a raíz del conflicto entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza. Según relataron algunos repatriados, vivieron jornadas marcadas por el miedo, las alarmas antimisiles y la necesidad de resguardarse en búnkeres subterráneos de hasta seis metros de profundidad.
Uno de los pasajeros contó que, en medio del caos, llegó a dormirse sin escuchar la sirena de alerta y despertó con el estruendo de los ataques. “Cada vez que caía un misil, temblaba todo”, afirmó. Pese a la angustia, destacó el acompañamiento constante de la Embajada argentina y el apoyo logístico de la AMIA para facilitar la evacuación.
El operativo de repatriación continuará en los próximos días con más vuelos previstos para traer de regreso a quienes aún permanecen en zonas de riesgo.
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