El incendio en la sierra de La Rioja se extendió por más de 3 kilómetros lineales en distintos sectores, obligando a las autoridades a pausar momentáneamente las maniobras aéreas para garantizar la seguridad del personal de combate. El director de Emergencias, David Barrera, confirmó que las altas temperaturas y los fuertes remolinos de ceniza complican la estrategia de control.
Barrera explicó que el fuego tiene una propagación ampliada, lo que impide un ataque directo como en un entorno urbano. «Acá tenemos que trabajar sobre los márgenes buscando la seguridad del personal y, a su vez, la contención de la propagación del fuego», señaló. El área afectada se extiende por más de 5 kilómetros lineales hacia la parte media superior de la sierra, consumiendo pastizales y arbustos. El material quemado incluye pastura, arbustales y quebrachales.
Debido a que el fuego sigue activo y se comporta de manera errática, con «grandes columnas convectivas de humo», la prioridad es la observación y vigilancia. Los equipos esperan que el incendio descienda hacia zonas más seguras para poder reanudar el trabajo con mayor eficiencia y reducir el riesgo para los pilotos y el personal de tierra. Las mediciones satelitales y topográficas finales se realizarán cuando terminen las tareas de combate.
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