El domingo, la comunidad de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, celebró la Santa Misa, dando la bienvenida a Diego Olivera y Juan Manuel Gómez, seminaristas de esa diócesis. Ambos terminaron su etapa de formación y siguen su camino al sacerdocio.
Diego Olivera y Juan Manuel Gómez han terminado su etapa de formación y siguen su camino al sacerdocio acompañados por la oración y el trabajo en Chilecito junto a los Padres Jorge Hilal y Daniel Morales.
Monseñor Dante Braida aprovechó la ocasión para decirles: “Diego y Juan Manuel, ustedes están llamados a ser servidores de esta comunidad. Se incorporan como servidores. Cuando decimos ministros en la Iglesia, no nos referimos a una categoría superior a los demás. El ministro está como Jesús, de rodillas, lavando los pies a la comunidad. Se incorporan para ser servidores, para servir, para gastar la vida en el servicio”.
También, la autoridad eclesiástica les recordó que están llamados a ser ministros de la comunión y eso requiere que vivan de la comunión, “el alimento para ustedes es la Eucaristía, la Adoración Eucarística será un elemento esencial para su vida espiritual, si eso está garantizado cada día les va a salir naturalmente un servicio más generoso” concluyó nuestro Obispo en su mensaje.
“La comunidad de Chilecito abraza con esperanza el sendero misionero para que las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa sean fecundas en nuestra Iglesia”, dijeron desde la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús.
Testimonio
Juan Manuel Gómez, siguiendo las subidas y bajadas en el camino del llamado de Jesús, reinició su formación y experiencia Pastoral rumbo al Diaconado y al Sacerdocio, dejando su testimonio.
“En este tiempo de mi vida he venido caminando en un proceso de redescubrir y volver a sentir resonar en mi corazón el llamado del Señor y Maestro a seguirlo en la entrega para consagrar mi vida para nuestro pueblo y su rebaño y de sentir con la Iglesia y poder así caminar junto a los hermanos que nos necesitan y sobre todo que lo necesitan a Él”, sostuvo el joven, quien agregó “estoy convencido que Dios ha trazado en mí camino una Historia de la Salvación y un real camino pascual”.
“En esta etapa de vida en comunidad de este querido pueblo de Chilecito estoy preparándome hacia la futura ordenación para el servicio diaconal y en camino al sacerdocio deseo sobre todo abrir el corazón para acoger, recibir y estar atento a la voz de Dios que se hace escuchar en cada hermano y hermana. Espero poder siempre tender la mano al que más lo necesita y buscar al que está solo y llevar lo que más me llena el corazón, a Jesús, nuestro Salvador: su presencia en su Palabra y la Eucaristía”, indicó Gómez.
El seminarista continuó asegurando que “sinceramente siento que el Señor a lo largo de estos años ha ido guiándome por el camino de la vida y llenándome de felicidad en cada paso dado y fiel a sus promesas como reza el Salmo 16: “Me harás conocer el camino de la vida, saciándome de gozo en tu presencia, de felicidad eterna a tu derecha”.
Sobre el final de sus palabras, compartidas por el Obispado de La Rioja, Juan Manuel Gómez expresó “encomendado en los brazos de María nuestra Madre, de la intercesión y compañía de San Nicolás, nuestro patrono, de Santa Rita y de nuestros Beatos Mártires Riojanos, pongo este camino y esperanzas. Me confío a sus oraciones queridos hermanos riojanos y que todo sea para gloria Dios”.