● Se trata de una de las zonas más protegidas de la Antártida, según informó National Geographic. La presencia de estos residuos resalta la magnitud de la contaminación global.

● El equipo se encontraba estudiando el retroceso de glaciares y la evolución de los ecosistemas. La basura humana desvió su misión, subrayando un problema mundial creciente.

● La península Byers es una de las Áreas Antárticas Especialmente Protegidas, restringida a un máximo de 12 personas a la vez, debido a su alto valor ecológico. Sin embargo, su fragilidad está siendo amenazada por la contaminación marina.

● Las corrientes marinas transportan estos desechos a través de miles de kilómetros, demostrando que ningún rincón del planeta está a salvo de la actividad humana. Este hallazgo pone en evidencia los efectos devastadores de la contaminación.

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