El desierto de Atacama, el más árido del planeta, se vistió con un manto de flores moradas y blancas en una extensión de varios kilómetros cuadrados, debido a las inusuales lluvias registradas en esa zona del norte de Chile.
Especialistas explicaron que “la lluvia de 11-12 milímetros (que cayó en el mes de abril), más una nubosidad baja que ha estado muy intensa en la zona y que moja todas las noches estas superficies, ha ayudado a la activación de estas plantas”.
Aclararon que “este fenómeno nada tiene que ver con el llamado desierto florido, que ocurre en la primavera austral. Mientras que aquel paisaje se extiende por unos 15.000 km2, las flores ahora aparecieron en un área mucho menor, de entre 300 y 400 km2”.
Cuando ocurre el desierto florido en su máximo esplendor “más de 200 especies vegetales florecen. Ahora, la principal protagonista ha sido la pata de guanaco, una flor morada que apenas requiere agua y prefiere los sitios arenosos”, indicaron.