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La detección de gripe aviar en Argentina preocupa a las autoridades y productores del país, luego de confirmarse la muerte de más de 220 mil aves en Río Negro y 20 mil ejemplares afectados por el virus en una granja avícola de Mar del Plata.

Un establecimiento en Mainqué, provincia de Río Negro, registró la muerte de 220 mil gallinas por la infección sumado al “despoblamiento sanitario”, es decir aquellas aves que deben ser sacrificadas para evitar la propagación de la enfermedad.

En tanto, en la localidad de Mar del Plata, otra granja de las mismas características reportó el deceso de más de 20.000 aves.

Gripe aviar en Argentina

Desde el organismo de control aseguraron que, de las más de 200 notificaciones analizadas por el Laboratorio del SENASA, a la fecha suman 40 los casos confirmados en aves de traspatio (32), silvestres (4) y sector comercial (4) distribuidos de la siguiente manera:

16 en Córdoba

9 en Buenos Aires

4 en Neuquén

4 en Santa Fe

2 en Río Negro

1 en Chaco

1 en Jujuy

1 en Santiago del Estero

1 en San Luis

1 en Salta

En base a este dato, informaron que la alta tasa de mortandad de aves se originó por el contagio de la enfermedad, que se da de manera rápida en los animales.

En esta línea, el ente sanitario intensificó el pedido a los productores para que refuercen sus medidas de bioseguridad que consisten en establecer barreras para que el virus no tome contacto con las aves de la granja.

Recomendaciones para quienes tengan aves

Mantener a las aves encerradas para que no tomen contacto con aves silvestres

Evitar visitar otros establecimientos avícolas

Utilizar ropa y calzado exclusivos para trabajar

Disponer el alimento y bebida en lugares cerrados

Colocar en el predio elementos que contribuyan a disipar a las aves silvestres (espantapájaros, globos, dispositivos sonoros o que reflejen la luz)

Revisar diariamente la salud de las aves

Asimismo, remarcaron que es indispensable notificar de inmediato al SENASA al teléfono (11) 5700-5704, ante los siguientes signos clínicos: aumento de mortalidad o muerte repentina, plumaje erizado, decaimiento y falta de apetito, respiración dificultosa, estornudos, tos y/o secreciones nasales, hinchazón de cabeza, cara, crestas, barbillas y patas, hemorragia en piel y patas, incoordinación, diarrea, menor producción de huevos, huevos de cáscara blanda o deforme, postración y muerte.

Expansión

La enfermedad ingresó al país en febrero, por las rutas migratorias de aves silvestres que vienen del norte, específicamente de Estados Unidos y Canadá, donde hace varios años tienen está enfermedad.

Esta semana se habían confirmado tres casos positivos de influenza aviar. Dos de ellos en aves de granjas comerciales, uno en la provincia de Buenos Aires y el otro en Neuquén, mientras que el restante era un ave de traspatio en Chaco.

El miércoles 1 de marzo se confirmó el primer caso positivo en aves de corral y Argentina perdió temporalmente su estatus de «libre de gripe aviar». Esto significa que, para cumplir con las normas internacionales, el país decidió suspender la exportación de productos avícolas.

Medidas sanitarias

Según destacaron desde el Gobierno, la producción aviar para el consumo interno continuará desarrollándose con normalidad “ya que la IAAP (Influenza aviar de alta patogenicidad) no se transmite por el consumo de carne de pollo y huevos”, sino que sólo es transmisible al ser humano “si se manipula un ave enferma”.

Según el protocolo vigente, al lugar en que se detecta el virus se lo declara «zona de foco» y se bloquea por completo.

“Se elimina el 100% de la producción: pollo, huevo, lo que sea. Hay que hacer enterramiento y encalado, obviamente que se impermeabiliza el pollo para no contaminar las napas, se tapa con tierra y se encala con cal viva. Terminado ese proceso la granja queda bloqueada por dos períodos de incubación», lo que significa «unos 60 días de inactividad”, señalaron especialistas del SENASA.

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