Para justificar su pedido de libertad anticipada, en la audiencia con el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Morón, el cura dijo que organizó “un nuevo proyecto de vida” para ser “útil a la sociedad”.
Grassi, de 68 años, estudió Derecho y en esta instancia se defendió solo, sin un abogado. Está alojado en la Unidad Penitenciaria N° 41 de Campana, en un pabellón para presos con buena conducta y desde allí se conectó con el Tribunal.
Explicó que su idea era mudarse a un country en el conurbano y que hermano y su cuñada se harían cargo de él. Y que otro hermano cubriría sus gastos: “Tienen que quedarse tranquilos… me voy a comportar como corresponde”, afirmó.
Grassi fue condenado a 15 años de prisión por dos hechos de abuso sexual infantil agravado y uno de corrupción de menores cometidos en 1996 en la Fundación Felices los Niños, que conducía.