La medida simplificó los trámites para galeristas y coleccionistas, extendiendo permisos a cinco años y reduciendo firmas. Obras declaradas patrimonio cultural quedan excluidas de esta normativa.
El gobierno nacional implementó una nueva normativa que simplifica los procesos para importar y exportar obras de arte en Argentina. Entre los principales cambios, se eliminó la exigencia de certificación para exportar obras de artistas fallecidos hace más de 50 años, un trámite que hasta ahora requería más de 30 firmas y era ampliamente criticado por su complejidad.
Según la normativa, los trámites podrán completarse con un formulario en el aeropuerto, lo que permitirá agilizar la salida de obras del país para su comercialización o exposición. Además, se amplió de uno a cinco años el período de vigencia de permisos para galeristas, favoreciendo la planificación de exposiciones internacionales.
La medida, anticipada por el ministro de Cultura en agosto, excluye obras que hayan sido declaradas patrimonio cultural de la Nación, las cuales seguirán sujetas a los controles vigentes.
Esta decisión busca dinamizar el mercado de arte, reducir burocracia y promover el intercambio cultural. La eliminación de trabas administrativas fue bien recibida por artistas y galeristas, quienes ahora podrán acceder a mercados internacionales con mayor facilidad.
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