En Barcelona, manifestantes frenaron un bus turístico frente a la Sagrada Familia y lanzaron agua sobre los pasajeros. Reclamaron por el impacto del turismo en los precios de alquiler y la vida vecinal.
Un grupo de activistas antiturismo protestó en Barcelona contra la masificación turística que, según afirmaron, está dejando sin opciones de vivienda a los vecinos. La acción se llevó a cabo frente a la Sagrada Familia, donde detuvieron un colectivo turístico y rociaron con pistolas de agua a los pasajeros.
“Queremos que entiendan que esto no es un parque temático, es una ciudad donde vivimos personas”, dijo uno de los manifestantes. La protesta apuntó contra los alquileres temporarios para turistas, que, según denunciaron, encarecieron el acceso a viviendas y desplazaron a residentes de sus barrios.
Barcelona, uno de los destinos más visitados de Europa, enfrenta tensiones crecientes entre la industria turística y quienes habitan la ciudad. Este episodio se suma a reclamos similares ocurridos en Palma de Mallorca, Málaga y San Sebastián, donde vecinos también se movilizaron contra la gentrificación y la pérdida de identidad barrial.
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