● El gobierno ucraniano confirmó este martes un ataque con drones sobre una fábrica militar rusa en la ciudad de Izhevsk, a más de 1.000 kilómetros de la frontera. El blanco fue la planta de Kupol, especializada en la producción de sistemas de defensa antiaérea (Tor y Osa) y drones utilizados por el ejército ruso. El operativo dejó al menos tres muertos y 35 heridos, diez de ellos en estado grave.

● La ciudad de Izhevsk, ubicada en la república de Udmurtia, alberga diversas instalaciones del complejo militar-industrial ruso. El ataque forma parte de una nueva estrategia de Kiev, que busca intensificar bombardeos tierra adentro como respuesta a los ataques rusos sobre territorio ucraniano. Según imágenes difundidas en medios rusos, se habría utilizado un dron explosivo que impactó directamente sobre un edificio clave.

● En paralelo, el Kremlin respondió con nuevos bombardeos sobre Kiev, en el marco de una escalada militar que coincide con el fracaso de las negociaciones de paz celebradas en Estambul. Según datos ucranianos, Rusia lanzó más de 5.400 drones de largo alcance en junio, un récord desde el inicio de la invasión en 2022. La presión aérea se incrementó un 36% en el último mes.

● Moscú exige condiciones consideradas inaceptables por Kiev: el reconocimiento de cinco regiones ocupadas (incluida Crimea) y la garantía de no adhesión a la OTAN. Ucrania, por su parte, afirma que continuará atacando infraestructuras militares rusas en territorio enemigo, como parte de su estrategia de desgaste. El conflicto se recrudece en todos los frentes.

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