Aníbal Colapinto, padre del corredor de Fórmula 1 Franco Colapinto, brindó detalles sobre la personalidad de su hijo, destacando su temprana autoexigencia y determinación. Desde los 14 años, Franco ya mostraba un enfoque singular en su carrera, lo que lo llevó a tomar decisiones importantes para su futuro en el automovilismo. Según Aníbal, cuando surgió la oportunidad de que Franco se quedara en Italia tras ser observado por una fábrica de chasis de karting, el joven piloto no dudó, a pesar de saber que enfrentarían momentos difíciles.
Franco siempre fue un estudioso del deporte, según relató su padre. Mientras otros chicos se divertían luego de las carreras, él prefería quedarse revisando cámaras, conversando con mecánicos e ingenieros para mejorar su rendimiento. “Si salía segundo, se ponía de mal humor”, confesó Aníbal, haciendo énfasis en el carácter competitivo de su hijo, no solo en las pistas, sino también en su vida académica, donde buscaba ser el mejor. Esa dedicación y seriedad lo diferenciaron desde chico, y hoy lo posicionan como una de las grandes promesas de la Fórmula 1.
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