El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, lamentó que el Gobierno Nacional no cumpliera los compromisos de obra pública firmados en junio del año pasado, asegurando que las demoras afectaban el crecimiento del potencial turístico y minero de la provincia. Las obras pendientes, que el mandatario calificó de «no caprichosas», son esenciales para el desarrollo de la producción en el norte del país.
Sáenz enfatizó que las obras requeridas no son nuevas peticiones, sino compromisos que no afectaban el equilibrio fiscal de la Nación. El gobernador salteño subrayó que, si las demoras persisten, el norte argentino no podrá mostrar su verdadero potencial productivo. “No al paso que vamos, yo siempre digo que esas obras que son tan importantes para la provincia y el crecimiento de la provincia, si no se hacen, lamentablemente no vamos a poder mostrar el potencial que tiene el norte”, declaró. Las demoras en la concreción de la infraestructura motivaron que Sáenz ironizara: «si seguimos así, las inauguran mis tataranietos».
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