● Un interno trans alojado en el penal de mujeres de Bouwer denunció que fue llevado esposado a una sala y golpeado por varias guardias. La fiscalía ordenó detener a diez agentes ante el riesgo de que intentaran frenar la investigación.
● Según la denuncia, las agresiones ocurrieron en un sector sin circulación de otras personas. Las cámaras de seguridad registraron movimientos que coinciden con el relato del detenido, lo que llevó a avanzar rápidamente con las detenciones.
● “Entraban una por una y me pegaban”, contó el denunciante en su declaración. La fiscalía revisa imágenes, partes médicos y testimonios para reconstruir minuto a minuto lo que pasó en esa jornada dentro del establecimiento.
● Ahora se espera que la Justicia defina si las guardias quedan presas mientras sigue el caso. El episodio vuelve a abrir el debate sobre cómo se protege a personas trans en cárceles y qué controles existen sobre el personal penitenciario.
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