Un compañero narró que la estudiante intentó dispararse –o apuntarse– en la cabeza antes de disparar en las piernas de otra persona. Luego, la alumna fue trasladada sin heridos y quedó a salvo.
Un compañero de la alumna de 14 años que ingresó armada a la escuela Marcelino Blanco, en Mendoza, relató que la joven primero quiso pegarse un tiro en la cabeza. “Se quiso disparar ella misma y después vino el padre y le disparó en las piernas”, detalló un testigo, aunque en el contexto el compañero corrigió que se refería a la menor, y que apuntó a una docente en las piernas. Al parecer, todo ocurrió tras un recreo, cuando los estudiantes regresaban a las aulas. Desde el baño, la adolescente salió con un arma cargada, según informó otro compañero, y efectuó al menos un disparo al piso.
El testigo agregó que los disparos se escucharon dentro de la escuela y que otros compañeros “se encerraron adentro del aula”. Varios de ellos fueron evacuados y acompañados hasta la calle, y luego permanecieron en un espacio abierto, lejos del edificio.
Finalmente, la joven entregó el arma después de un operativo y fue trasladada sin que se registraran heridos. Se confirmó que está bajo contención y fuera de peligro.
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