Una madre relató el horror que vivió su hijo y otros compañeros durante la feria de ciencias: un experimento con alcohol derivó en una explosión, y uno de los chicos se prendió fuego. Los docentes intentaron sofocar las llamas con guardapolvos y sus propios cuerpos.
Esta mañana, en el Colegio Guadalupe de Palermo, estudiantes de secundaria realizaron una experiencia con alcohol etílico en pequeños recipientes. En un momento, una chispa encendió el líquido que quedó en el brazo de un alumno, y en segundos comenzó a arder. “Un profesor le tiró un guardapolvo encima, y otro se tiró encima con su cuerpo para apagarlo”, dijo la madre de uno de los alumnos.
Tres adolescentes —de 13, 14 y 16 años— sufrieron quemaduras en rostro, pecho y costados, y fueron trasladados a hospitales. Uno de ellos está internado en terapia intensiva con pronóstico reservado.
Testigos señalaron que no había extintores ni matafuegos en el aula y que el docente responsable habría intentado retirarse en lugar de prestar socorro.
El Ministerio de Educación porteño anunció que impulsará un protocolo de seguridad obligatorio para ferias científicas y experimentos escolares, con el objetivo de evitar tragedias.
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