Ante unos 60.000 personas, en una ceremonia retransmitida en directo para los fieles en todo el mundo, el pontífice destacó en el domingo de Pascua, en Plaza San Pedro del Vaticano, que “si nos dejamos llevar de la mano de Jesús, ninguna experiencia de fracaso y dolor, por mucho que nos duela, puede tener la última palabra sobre el sentido y el destino de nuestras vidas”.
En medio de preocupaciones sobre su salud, el papa Francisco preside la misa del Domingo de Pascua en la plaza de San Pedro del Vaticano y pidió un “intercambio general de todos los prisioneros” entre Rusia y Ucrania.
Ante unos 60.000 personas, en una ceremonia retransmitida en directo para unos 1.300 millones de fieles en todo el mundo, solicitó un “intercambio general de todos los prisioneros”.
“A la vez que invito a respetar de los principios del derecho internacional, hago votos por un intercambio general de todos los prisioneros entre Rusia y Ucrania”, declaró el pontífice, de 87 años, ante unos 60.000 fieles. e instó a no ceder “a la lógica de las armas”.
“No permitamos que las hostilidades en curso continúen afectando gravemente a la población civil, ya de por sí extenuada, y principalmente a los niños. Cuánto sufrimiento vemos en sus ojos. Con su mirada nos preguntan: ¿por qué? ¿Por qué tanta muerte? ¿Por qué tanta destrucción?”, se preguntó durante su bendición “urbi et orbi”.
Los observadores papales han seguido de cerca el bienestar del Papa desde el año pasado, cuando se sometió a una operación de abdomen y fue hospitalizado con bronquitis.
El papa ha sido hospitalizado para someterse a pruebas en las últimas semanas. También ha recurrido a sus ayudantes para leer en voz alta algunos de sus discursos cuando estaba resfriado, con gripe o con bronquitis.