● La Cámara de San Martín ordenó que el complejo de Nordelta se adapte al humedal y respete la presencia de los carpinchos, una especie propia del lugar que viene sufriendo el avance de las obras y las restricciones dentro del barrio.

● El caso llegó a los jueces tras denuncias de organizaciones ambientales que mostraron rellenos, cercos y trabajos que modificaban las lagunas y bloqueaban el paso de los animales, generando choques permanentes entre la urbanización y el ecosistema.

● Desde los grupos que impulsaron la demanda señalaron que “no se puede convivir si se tapa el agua y se encierra a la fauna”, mientras que en el barrio algunos vecinos pidieron soluciones sin dañar a los ejemplares que circulan por calles y jardines.

● Ahora se deberán revisar rellenos, frenar controles agresivos y adecuar caminos y cercos. Si el fallo se cumple, la zona podría recuperar parte de su equilibrio y la gente convivir con la naturaleza sin los conflictos de los últimos años.

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