Pablo Laurta, acusado de los femicidios de su expareja Luna Giardina y su exsuegra Mariel Zamudio en Córdoba, rompió el silencio tras su detención y afirmó estar «en paz» porque su hijo está «seguro».
El agresor, que secuestró al niño luego de cometer el doble crimen, intentó justificar los asesinatos aludiendo a supuestas denuncias de «explotación sexual infantil y secuestro» que pesaban contra las víctimas.
Laurta fue trasladado a Córdoba para enfrentar la Justicia, y al ser consultado sobre por qué mató a tres personas (las dos mujeres y un chofer de remis), respondió sin arrepentimiento: «Yo rescaté a mi hijo e hice lo necesario para rescatarlo». La frase generó una fuerte indignación social. La expareja del femicida había denunciado al sujeto por violencia de género en Uruguay antes de huir a Argentina. La investigación avanza para determinar si las acusaciones que lanzó Laurta tienen algún asidero legal.
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