Caputo, ministro de Economía de Argentina, adelantó desde Washington que el Gobierno impulsará una reforma laboral como parte de una “segunda etapa” junto con cambios tributarios.
Sostuvo que el sistema vigente era “arcaico, rígido e imprevisible”, y que el empleo formal no había crecido desde 2011. En su mensaje dirigido al Coloquio de IDEA, afirmó que era necesaria una normativa más ágil y que debía terminarse con lo que llamó “la industria del juicio”.
En concreto, Caputo propuso eliminar trabas legales para la contratación y el despido, y flexibilizar los mecanismos de juicio laboral. Aseguró que bajo la nueva legislación los empresarios no enfrentarían los costos actuales de los despidos.
Durante su intervención explicó que esas reformas son inevitables para estimular el crecimiento privado, especialmente para las pequeñas y medianas empresas. Rechazó la devaluación como vía de competitividad, y anticipó que la reforma tributaria incluiría la eliminación y reducción de impuestos junto con una simplificación general del régimen.
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