● Mientras en Bahía Blanca todavía hay vecinos durmiendo en casas húmedas, sin techos ni acceso seguro, el Gobierno nacional decidió vetar la ley que declaraba la emergencia y creaba un fondo especial para reconstruir lo que el temporal de marzo destruyó. La norma había sido votada por amplia mayoría en ambas cámaras.

● El Presidente Javier Milei firmó el veto junto a Guillermo Francos y Patricia Bullrich. En lugar de implementar la ley votada por el Congreso, el Gobierno alegó que ya había creado un fondo con el mismo objetivo. Pero ese fondo depende solo del Poder Ejecutivo, no contempla obras para reconstruir escuelas o rutas, ni líneas de crédito, ni control parlamentario sobre cómo y a quién se asignan los recursos.

● La ley votada también preveía condonación de impuestos, contratación local y herramientas para reactivar el comercio de la zona. Diputados de distintos bloques anunciaron que insistirán con su aprobación. La incógnita es si el oficialismo logrará sostener el número mágico de 87 bancas para bloquearla otra vez.

● Afuera del Congreso, los techos siguen caídos. Y las decisiones se firman lejos de ese barro, con sello presidencial y sin preguntas. Mientras tanto, en Bahía Blanca, muchas de las familias que vivieron el desastre aún esperan una respuesta que no dependa del ánimo presidencial.

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