Gerardo Carpio, reconocido artista de Chilecito, destacó el impacto cultural y económico que generan los corsos de febrero en la comunidad. Comentó que, junto a su familia y amigos, lleva más de 30 años participando en esta tradición con la fabricación de trajes para comparsas y grupos destacados.
Carpio explicó que su proyecto abarca pedidos de Chilecito y de otras localidades como Villa Unión, lo que refleja el alcance y la importancia de los corsos para la región. «Gracias a Dios, siempre tenemos trabajo para esta época. Los corsos no solo celebran nuestra cultura, sino que también mueven la economía local», señaló.
El artista subrayó que el evento beneficia a muchos sectores, desde vendedores ambulantes hasta artesanos. «La intendencia ha logrado convertir esto en un gran espectáculo que también atrae turistas, fortaleciendo nuestra identidad y ayudando a quienes dependen de estos ingresos», agregó.
La tradición de los corsos se ha consolidado como una fuente de orgullo y desarrollo en Chilecito, posicionándola como una de las festividades más esperadas del año.
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